lunes, noviembre 17, 2008

Derivando

"Le derivo con este número" ha sido la frase del día. Eliminaré los dos días de preámbulo en los que me he estado informando para hacer un trámite, triste trámite, de cerrar una empresa. Obviamente, a nadie le iba contando que llevaba en los hombros cinco años de ilusiones, esfuerzos y cansancio, adornado con muchos buenos ratos y la experiencia de conocer de cerca a gente diferente en distintas situaciones. Durante la última etapa de mi vida he llevado a cabo lo que quería hacer. No me ha hecho feliz, pero si más fuerte. Cada año ha computado doble y ahora veo arrugas dentro y fuera de mi piel, tantas que esto pide una muda y salir de mis límites para andar más desnuda que nunca, casi en carne viva, a buscar el siguiente capítulo de mi historia, que puede llevarse muchos calificativos menos el de aburrida.

Y esto que ya es el penúltimo capítulo (siempre quedará alguno gracias a la burocracia de este, nuestro sistema) ha sido una gymkana:

Hacienda - "D. 36. Tiene que pasar usted antes por la junta para que le sellen el documento de cese de actividad".

Junta I - "B 283. Tiene usted que pasar por hacienda y darse de baja. ¿Viene de allí? ah, pues entonces tiene que hacerle copia a este documento y coger las pegatinas identificadores de la empresa ¿lo tiene todo? pues le derivo con este mismo número. Ahora la llamarán"

Junta II - "B 283. Pues no sé, espere que me informo. Tiene que comprar el documento 600 y pegarle las etiquetas suyas. Si, las de la empresa también. Pues espere, que le derivo con este número para que le den las suyas personales."

Junta I - "B 283. Si, aquí tiene las pegatinas. ¿Tiene el documento? No, aquí no, en ventanilla. La derivo con este número"

Junta III - "B 283. ¿Ha cumplimentado el documento? ¿esta es la copia? se la sello. No sé donde tiene que entregarlo"

Hacienda II: "D 48. ¿Tiene usted un requerimiento? Es que esto es requerimiento y censo, pero censo sólo, sin requerimiento, son aquellas mesas. Espere, la derivo"

Hacienda III: "D 48. ¿Y no estaba dada de alta en el 130? Ah, si es verdad, aquí esta. Pues rellene esta hoja ¿es la que no tiene? ah, menos mal que no la ha tirado. Mire que apañado soy, le sello y le etiqueto todo. Pero esto no es la disolución, es el cese de actividad. Tiene que comprar otro documento, volver a la junta, volver aquí y entonces ya es la disolución. No dirá que no soy apañado. La he atendido, aunque debería de haberla derivado a otra mesa."

Tooodooo esto es real. Así que hoy me han derivado a base de bien. Creo que por eso me he reído tanto. Dejo este vídeo, perfecto para acabar el día.

lunes, noviembre 10, 2008

¿Podemos?

Ultimamente me recorre una ola de escepticismo bastante inusual, ya que si algo tengo es que me lo creo todo. De ahí que no tenga mérito ninguno engañarme. No se si unirme a ese we can, coger la rosa en el puño sin abrir heridas para salir de la crisis, creer en los ventanales más grandes, más bonitos y con vistas al mar que aparecen al cerrarse puertas o ponerme a buscar a ese calvo que ya no sopla este año para darnos suerte.
A veces, como cuando salimos a la calle y hace mucho frío, queremos correr para eliminarlo. Ese frío que a veces toma forma de soledad, otras de desilusión o en ocasiones de fantasmas que podemos ver casi como el niño del sexto sentido, hace de motor para llegar a metas que al ser alcanzadas, son olvidadas y pierden sentido. El medio se convirtió en fin, era echar a correr lo que queríamos y ahora no se entiende el calor que hasta sobra. Que sinsentido.

Un poco de calor en directo, de sentido a ciertas brasas que en ocasiones doy, de levantar la vista del camino que quiero atravesar corriendo para ver que hay más y mejor fuera de lo trazado, lo encontraré el próximo 22 de noviembre. A parte de ser el cumple del "masme" (más mejor amigo), se celebra la asamblea de Delwende, ONG que hace de respuesta al "¿del qué?" y además desarrolla proyectos de educación, sanidad y atención social en países de África, Sudamérica y Asia. Busca la vida, la protege e intenta que sea digna para cualquier persona. Mientras buscamos los objetivos del milenio y lo exigimos, también hay vías aquí y ahora. En Sevilla se muestra una de ellas, para mi de las mejores, para todo el que se acerque, transparente y bien llevada a cabo. Así que quien quiera participar, abiertas están las puertas en todos los sentidos. Lleguen o no los ventanales, se cumplan o no las ilusiones, aquí está el calor dándolo todo para estar al servicio de la vida. ¿Podemos?