martes, noviembre 14, 2006

SECOT


Secot (Senior Españoles para la Cooperación Técnica) es una asociación de personas jubiladas, que han trabajado en cargos empresariales en diferentes sectores, que asesoran a los empresarios nóveles. A los emprendedores.
Esta explicación se deja cosas. Por ejemplo, no nombra que son personas que te escuchan con respeto, dándole importancia a lo que planteas y pidiéndote seriedad y dedicación. O que se aprenden los nombres de las personas que tienen delante. Ni explica que te hablan claro, dejando los formulismos y la burocracia en su justa medida.
El lobo de todo proyecto que pretende hacerse realidad, es el plan de empresa. Y la limitación de quien comienza con lo puesto, es que no puedes pagar a quien te lo haga. Así que no habría emprendedores (emprendedores sin apellidos de ilustres padres, me refiero), sin gente decidida a dar su tiempo y conocimiento para los primeros pasos. Y nos han dado un premio. A quienes hemos arrancado. Lo de "por locos", "inconscientes", "no sabías dónde te metías"... resulta que se premia. Es de agradecer un empujón entre los problemas cotidianos de un negocio propio. Recordar que la palabra "negocio" es una etiqueta. Que nació de una ilusión y de creer que se haría posible. De una cabezonería por hacer lo que realmente te gusta.
Mohamed Yunnus, premio Nobel, está presidiendo una Cumbre Global del Microcrédito en Canadá. Secot nos ayudó a conseguir un microcrédito a través de Cajagranada. No se como acabará nuestro sueño ni si, económicamente, es la mejor opción. Pero nos está cambiando la vida a muchos.
PD: Gracias AZ por las fotos y la compañía.

3 comentarios:

zeta dijo...

Gracias a ti por invitarme! No nos podemos quejar, te dieron un premio, nos invitaron a cervezas e hicimos lobbying pro-software libre ;-)

Bobby dijo...

Os tomaríais alguna cerviesita a mi salud no?

N dijo...

¡Quien me lo iba a decir! ¡yo haciendo lobbying pro-software libre! Que orgullosa me siento de mí...
Migue, unas cuantas, porque para hacerte los honores que te mereces, alguna se queda corta. Llega pronto que nuestro hígado no lo va a soportar. Y, además, se te echa de menos.