Y una Navidad en la que tenemos que rehacer las tradiciones. Es el primer año que no iremos a casa de mi abuela, con lo que le gustaba la algarabía de preparar la carne, a las 4 de la tarde para no perder las buenas costumbres de almozar a las 5, mientras todos llegábamos.
Apuestas para saber que primo faltaría, cuál llegaría por sorpresa, cual de mis tíos llamaría primero... música de tocadisco en el despacho a pleno pulmón mientras aprovechaba los rayos de sol que saludaban en la terraza. Mi abuela era así, diferente.
Y por supuesto, tras la comida, recogida de la mesa, café, copa... llegaban las cartas. Un duro le dábamos cada uno a quien ganaba la mano y veinte a quien ganaba la partida entera. El euro modificó las cifras, pero el espíritu del duro se mantenía.
María hablaba sin parar, reía siempre, sabía de todo y si no, se lo invetaba hasta que una carcajada final la desvelaba. Era genial.
Ahora falta como una pieza en un puzzle. Navidad incompleta, como la de muchos.
Nos ha dejado el listón muy alto. Han sido muy divertidas las Navidades en su casa, ha sido muy importante en nuestra vida... hemos de celebrar una Navidad en la que ella disfrutase tanto como siempre.
domingo, diciembre 24, 2006
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3 comentarios:
...se pueden celebrar los recuerdos y ensalzar alegremente a la persona que falta... aunque el dolor hay que superarlo...
...espero que la navidad vaya siendo "normal"...
besote
sigue nadando (8)*
*simbolillo musical del messenger
(qué aburrío está esto últimamente jops... kk)
No es aburrido,lo que pasa es que¡estamos de vacaciones!y hay menos tiempo que perder;)(kk se fue)
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