La mujer trabajadora

¡¡¡Bieeennn!!! ¡¡¡la mujer trabaja!! ¡¡no sólo besa sapos intentando convertirlos en príncipes!!¡¡ya sale de la cocina!!¡¡ya no solo cocina!! De hecho, ya casi no cocina. Claro, porque cocinan los hombres...¡ah! no, sólo en la alta cocina. Ha descubierto que la labor reproductora que culturalmente se le inculcaba, es compatible con la productora. Sólo queda que a parte de la mujer trabajadora, los demás se enteren, para que "compatibilizar" no signifique "sumar" y de como resultado una triple jornada.

Haciendo la vista gorda en varios aspectos de la transformación social, como que las labores "femeninas" de antaño han quedado relegadas precisamente por eso, por ser femeninas, o como el extraño rol masculinizado que a veces exigen a la vez que grácil y delicado para desempeñar diferentes trabajos, estamos conmemorando (que no celebrando, que el tema de quemar gente no es para hacer una fiesta) el papel de la mujer uniendo diferentes estratos sociales, rompiendo fronteras y buscando puntos comunes en los que apoyarnos y avanzar.

A todas y todos, una voz de aviso: cuidado con lo políticamente correcto, con el visto bueno social y con los pseudofeminismos que nos ensaltan nuestro ser mujer. A veces enmascaran cambios para que todo permanezca igual. Y todas tenemos el derecho a la libertad de ser quien nos de la gana de ser.