jueves, julio 05, 2007

Las reglas han cambiado

Este es el lema de un anuncio, no se de que, del que hay varias versiones. En una de ellas, una chica le pide un preservativo a un amigo porque tiene una cita esa noche, él le ofrece uno y ella se lo deja en la mano y coge todos los demás. Y dicen "las reglas han cambiado". No se yo.

Ellos siguen teniendo cierto consenso para hablar de sexo y expresar una idea, unas ganas, unas experiencias. Ellas al hablar de sexo, parece que quieren hacerlo con su interlocutor. Ellos pueden soltar todas las burradas que les apetezcan a manos llenas, la pueden tener dura, los pueden tener llenitos de amor, pueden estar más calientes que... pero si ellas no se ruborizan, ofenden o lo pillan y no se muestran tan inocentes como deben, es porque quieren hacerlo en ese lugar y en ese momento. Ellos han podido estar en la ducha una hora, peinarse para parecer despeinados, buscar la camiseta que les haga más delgados y ensayar gestos frente al espejo para buscar "cacho" ¡¡y hacen bien!!, pero si ellas muestran y resaltan sus encantos, saben mirar y moverse de forma insinuante e intentan ser Shakira durante un baile... ¡¡serán guarras!! Claro, es que sus madres las visten como putas desde pequeñas... ayyy, esos torrentillos barnizados que andan por ahí.

En parte si que han cambiado las normas. Muchas de nosotras somos calificadas de "tío" o "uno más" porque podemos ser igual de sinceras en lo referente a la sexualidad como en otros temas. Pero romper tópicos no se logra porque un día lo decides. Tienes que examinar lo que te han enseñado desde pequeña, deconstruirlo, volver a montar algo que sea más parecido a como tú quieres vivir el sexo y luego hacerlo sin sentirte culpable. No me siento alagada cuando un tío me piropea en masculino, no por tener nada en contra de los hombres, que me encantan en más de un sentido, sino porque no es mejor ser "uno más" que "una más".

Hay un proceso que cuando no lo localice, me creeré más que las reglas han cambiado. De momento, esto es lo más normal que suceda:

  • Acción: en mitad de un grupo mayoritariamente masculino, hablas en los mismos términos que ellos.
  • Reacción: primero te miran y remiran y, al no estar especialmente buena, te aceptan con curiosidad. Después te van probando verbalmente y luego o te toman como estandarte de las mujeres (ese clásico "tú, como mujer, que piensas que debo hacer con...") o llega el pensamiento universal (esta quiere sexo conmigo).

De todas formas, es que desde pequeños y pequeñas nos ponen complicado el tema. Esta chica tan mona y real del dibujo, es Stella, una Winx. Es una de las series preferidas de mis niñas de la ludo. Seguro que ahora también lo será de alguno de mis amigos. Pero no ayuda a cambiar las reglas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Te ha pasado algo últimamente? ¿Alguna mala experiencia? Cuenta cuenta ;-)

Un beso

Bobby dijo...

El problema del que hablas sucede cuando te encuentras con tíos que son zorrocotrocos y no quieren asumir ni entender que sois de carne y hueso y que, afortunadamente, las cosas empiezan a cambiar.

N dijo...

Y de tías que permanecen en el año dos y, además, tienen necesidad de ser igual que el dibujito.
Esteban, no son malas experiencias (me rio mucho), ni de últimamente. Es algo casi recurrente y serán, como dice Migue, unos zorrocotrocos.

Gorgopilo dijo...

Me parece estraña esta pseudo guerra de sexos; siempre me lo han parecido, pero es cierto que existe. Siempre he pensado que quien inventó la frase de "haz el amor no la guerra" se refería a algo así: "qué hacéis separandoos (ya sea físicamente, intelectualmente o emocionalmente) los chicos y las chicas... remezclaros coño"

Las cosas no cambiarán hasta el punto en el que dejemos de quedarnos y fijarnos en el sexo (ya sea como género o como explícito) como faro de la vida (mola la metáfora).

Un consejo: "Guía tu vida con el FARO acertado y llegarás a buen puerto" (jeje) Ahora que cada uno piense cual es su faro y "quien maneja su barca", como dijo remedios amaya.

N dijo...

El problema es que no entiendo de barcos y, con esta miopía, no distingo bien los faros... pero me aprece bien lo de ver quien maneja la barca.
No quería incidir sobre guerra de sexos, pero prefiero hacerlo a encubrir historias rancias y a veces, el sexo para las mujeres, se convierte en algo así.

Anónimo dijo...

Será quizás una apreciación muy personal, pero yo que hablo sin tapujos de lo que haya que hablar, con quien haya que hablar, mujer, hombre, hetero, homo, mayor, pequeño, guapo, feo, flaco, gordo... resumiendo, de todo sin tapujos con todos (y manteniendo mi tono y sin unirme al del grupo mayoritario), mi experiencia es que es peor el rechazo entre las mujeres. Quiero decir, suelen ser las mujeres las que te ponen motes, te critican y te rechazan por ser esa "fresca" o "guarra".

Creo que las reglas están empezando a cambiar pero no en algunos grupos femeninos, sin embargo, las veo más aceptadas por un grupo más amplio de hombres... y eso, es de agradecer. Y por otra parte es muy triste la falta de corporativismo entre las mujeres y que nos sigamos despellejando entre nosotras... ESAS SON LAS REGLAS QUE TENEMOS DE VERDAD QUE CAMBIAR.

Saludos

Anónimo dijo...

A ver para empezar me parece un absurdo este comentario,pues sólo si te sientes afectado u ofendido echas mano de tales artimañas típicas de la hora de Ana Rosa,para mi el sexo es disfrutar y abrirte sin tapujos, y eso de que las reglas están cambiando, psss,nunca me jactado ni me he sentido identificado con ese hombre público que se siente el dueño de su pareja y habla de como se pone ,que si hizo el pino mientras se la comía, todo por supuesto con sus amigotes, etc, etc, a si que tampoco me gustaría compartir una conversación en ese sentido, con una mujer o grupo de mujeres, así de sencillo. Y me gusta que me piropeen y hago lo mismo, pero no en plan manolo,en privado, me gusta hablar sin tapujos pero en complicidad y con mi pareja, por eso para mi no esta cambiando nada. Me gusta la complicidad y el juego, si le quitamos la sal al tomate, no queda algo insipido?
Si no estas a gusto con alguien pues vete por donde has venido,no creo que el tema sea ponerte al mismo nivel de esos palurdos,personalmente he sufrido el acoso de mujeres y claro como las rechace pues desde entonces soy homo,....todo un trauma, ja ja ja!! Es cuestión de elección, no de erección.
Ah! y buenas y fresquitas tardes desde la pradera del abejorroncho.

N dijo...

Mmm...sólo un matiz ¿coorporativismo? Creo que el problema es el "ser mujer", no se si Ausonia es la única culpable, pero es un lema bastante feo. Me refiero, no es una carrera, no se aprende con el tiempo... ese ser mujer, queridas amigas ¡uf! Puede ser el que provoque las conversaciones que dices, Awen. En lo que se vende como tal historia, está el ver a la otra como una rival así que, como en los barquitos, hay que tocarla hasta hundirla. Mientras caminemos en esa libertad de la que disfrutas para hablar, y ahí me identifico, genial. Así terminarían los topicazos, tanto los que cita el abejorroncho como los que son contraproducentes para disfrutar de la vida y, como parte de esta que es, del sexo.

Anónimo dijo...

Con corporativismo quiero decir ese apoyo entre mujeres... es una palabra que no me gusta demasiado, pero a modo de coña la uso. Si actuas de una forma un poco diferente el primer grupo que te criticará siendo mujer, será el femenino, y además sin piedad.

Por eso digo con la palabra "corporativismo" lo mismo que tú, hay que aprender a ser mujer y estar contentas... (podría ser otro lema, jajaja). En serio, un poquito de corporativismo entre nosotras y apoyo ayudaría mucho a que esos hombres zorrocotrocos empezaran a cambiar también... pero si entre nosotras no lo hacemos, poco hay que rascar.

N dijo...

Vale, Awen, comprendido, pero mira lo que me ralla: una mujer criticando a un grupo de mujeres que critica a una mujer por no ser como deben ser las mujeres... aagghhh, no me gusta nada.
Se a lo que te refieres, hay un estilo de crítica atribuido a las mujeres y muchas veces adaptada por los hombres. Y las mujeres que rompen las reglas, son un objetivo fácil para esas mujeres. Pero si decimos que una crítica de un grupo de mujeres es peor, al final,logramos poco