jueves, septiembre 20, 2007

Sigo apostando al cinco...


Estoy elaborando la segunda parte de una teoría que está mayor y se me ha quedado corta, ahora hay que dar un salto cualitativo y evolucionarla. Dicha teoría, mundialmente famosa, se puede enunciar así: "Una vez, puede pasar, no hay dos sin tres y más de tres, es una historia". Esto se basa en múltiples experiencias, propias y ajenas, así que la muestra es válida y significativa. Por fases:

"a. una vez, puede pasar". ¿Por qué? porque a todos se nos va la pinza y te lías con el menos pensado. Ese del que has renegado, que ni te imaginas, que bla, bla, bla... y eso, puede pasar. Ahora, si pasa una segunda vez es que has retirado todos los prejuicios y el "repetir" ya entra en juego. Así pasamos a la fase "b. no hay dos sin tres". Efectivamente, lo mismo que pensaste para repetir, lo argumentas para tripitir, como poco. Y, a partir de ahí, o se hace hábito o costumbre o, por lo menos, entra en un presente continuo. No lo estoy sabiendo. Y sucede la fase "c. más de tres, es una historia".

Claro, ahí pega un fundido en negro y final de la teoría.

Cuando esto mismo pasa más de tres veces... tú tienes una historia o un problema con las historias o con la forma de historiar tu vida. Y de ahí mi interés por enunciar la segunda parte de la teoría. De momento, creo que sigue por este derrotero: "Apuestas al cinco, y cada dos por tres, sale seis" (con el permiso de Fito, que lo canta)

Analicemos "a. apuestas al cinco": ya tienes una historia, no tiene nombre, no tiene sentimiento romántico ni compromiso de pareja... es algo que surge y no acarrea problemas. Apuestas por ello.

"b. cada dos por tres": Y esto te lo tienes que repetir una y otra vez. Porque si no eres tú quien duda de tus propias palabras, es el de enfrente. Uf, si hay más comedura de tarro que de... en fin, no merece la pena.

"c. sale seis": Siempre sale como no querías en un principio. O por exceso, o por defecto o porque simplemente, no te habías planteado como terminan estas cosas o que estas cosas terminan. Pero la sensación de "esto no debería ser así" creo que es inevitable.

Esta segunda parte está en ciernes. Si conocéis casos que deberían entrar en la muestra o veis los puntos débiles, no dudéis en darlos a conocer.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Puf, teoría interesante, ahora habría que empezar ya que se va alargando, a hablar en cuestión de meses o años... entonces si que cerrarías la teoría...

Anónimo dijo...

me gusta còmo has dado palabras a la experiencia.
Por supuesto que, cuando uno está pillado por otro, y éste no atiende a sus reclamos amorosos, ya tenemos el lío.
Surge el enamoramiento y a veces el amor... sin respuesta... ay!! qué penita más grande, madre mía. El sufrimiento más tontorrón lo buscamos nosotros solos... es verdad que a veces el otro lanza globos sonda que nos confunden pero es que hay otras en las que nosotros mismos nos inventamos lo que no existe.
ayyy!!!!

N dijo...

Awen, creo que si la historia dura más de una estación, deja de ser un rollo (vease:rollito de primavera, rollo de verano...)Así que lo que haya empezado en verano y a día de hoy (ya otoño), continúe, hay que darle otro nombre.
Si hablamos por años hay una diferencia entre rollo conmemorativo ("un año tal, al año siguiente...") o el Guadiana, que aparece y desaparece.
Natalia, no he metido ni el amor ni el enamoramiento, así que ahorro la parte de sufrimiento.

Anónimo dijo...

Lo mejor para el amor es la perseverancia. Yo utilicé una práctica indigna pero muy eficaz:

venga, venga, venga, anda, porfa, venga, porfa, anda, venga, venga, venga, venga, si nos llevamos bien, venga, anda porfa, venga, no seas así, anda porfa...

A los cinco años, por amor o por cansancio, me dijo que sí, y llevo con ella nueve.

Un saludo!

Isuky dijo...

Sin duda, la teoria no falla. Todos hemos tenido historias así, por lo menos alguna de las fases.

Es cierto que todo evoluciona y las teorias tb lo deben hacer. Darle nombre a lo que pasa, me parece muy sano.

La parte de hacer algo que no quería me parece una putada y lo mejor es cortar por lo sano, claro que siempre es más fácil hablar.

Por ahora no tengo ejemplos que no se hayan analizado ya..jajaja Asi que poco más que decir. Sigue con esa cabecita pensante. Te kiero

N dijo...

Me apunto la de "anda, venga, porfi...", aunque a mi sólo me resulta efectiva cuando dejo de hacerlo. Y claro, cuando no insisto, es que no quiero. Así que... un lío.
Isuky, echa cuentas, a ver cuantos "tres" te quedan, jaja.