viernes, septiembre 26, 2008

La intensidad está de moda

Es un hecho constatado: la intensidad está de moda. Parece que premian subir un grado cada palabra, gesto, idea, sensación que puedas transmitir. Si algo te gusta, es que te encanta; si te apetece, te mueres por hacerlo; si alguien te cae bien, es esa persona que ve tu alma con sólo una mirada y si es amor o alguno de sus sucedáneos lo que sientes... que Dios nos coja confesados: sientes como el cosmos comulga contigo en cada uno de tus poros cuando la persona amada se acerca a tu cuerpo y te echa el aliento. Es superfuerte.

Estas personas intensas, que saben todo lo que vas a decir con tu primera palabra de la frase, que te superentienden porque lo que te pasa es exactamente igual a cualquier cosa que hayan vivido, que si no son capaces de dejar clara su atención con su mirada, te agarran del brazo... y sobre todo, que te quieren aunque no se acuerden de tu nombre, están triunfando. Es raro, o no tanto. A lo mejor tenemos ganas de creer que es cierto que alguien nos quiere porque somos maravillosos, una obviedad que otros u otras no han sabido ver. O nos gusta que nos conozcan tan bien en tan poco tiempo, porque así nos parece estar cerca de una persona especial. Quizás la ficción se parece tanto a la realidad que necesitamos meter algo de fantasía al día a día, y tanta intensidad, lo consigue. A mi me cansa y no se me da bien, pero está de moda.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

This is what I like to call 'the loneliness of the crowds'...:) and you managed very consistently to put so many reflections into so few words!
It's cynically paradoxal how today 'we' get to confound 'intense' with 'superficial'...
This deepness definitely doesn't make me feel comfortable either... - this in case you were in search of some 'intense empathy'...jajaja;):)
The truth is that the world is full of champions and 'champions-wanna be'...on what? well, they don't even have time to wonder themselves, everything around it's too intense and fast...
:)

Hugs,
Anca

N dijo...

Hi Anca!
¡Que alegría tenerte por aquí!Este blog gana contigo (y que conste que esto es sinceridad, no intensidad).
Dicen que los excesos muestran deferctos, por eso costará hacerse ciertas preguntas...

Anónimo dijo...

Querida N.:

Yo a eso que tú describes no le llamo intensidad, sino frivolidad, trivialidad, superficialidad, impostura... y me disgusta tanto como a ti. No sabemos mucho la una de la otra. De momento nos unen Bobby, la celebración de una boda -auténticas la alegría y la boda, menos mal- y creo, por lo que he leído en tu blog, que algunas brújulas para orientarnos en lo profesional.

Espero que todo eso nos dé para ahondar más, y hacernos amigas.

Un beso desde Madrid,

M. (de M.)

N dijo...

¡Bienvenida, M. de M.! Me has intrigado con tu comentario sobre la brújula laboral, pero me alegra coincidir contigo en Bobby, todo un tema, y en las fiestas. Y, por lo que dices, en la sensación que nos produce quien interpreta un papel con voz más gritona y alagos más exajerados de la cuenta. Estarán convencidos que es lo que tinen que hacer... pero nos suenan falsos.

Anónimo dijo...

Querida!

La brújula profesional indica una dirección común: la de los que apostamos por hacer el mundo un poco más amable y más justo para todos y todas... Y me parece que tú también andas en la batalla contra las desigualdades que se fundamentan en el género (además de en la personal en pro de la autenticidad). Pues eso, compañera.

Un besazo,

MdeM.