lunes, diciembre 01, 2008

Cinco, cuatro, tres...

Cinco... Y mi plan treinta asoma por debajo de la puerta. Quiero estar buena, ahora que se que las simpáticas con gafas ligamos, quiero aprender a verme como me quiera ver. Me empiezo a creer que los treinta es la mejor edad, porque sabes más que a los 20 y tienes un gran margen de maniobra.

Cuatro... El sexo, la amistad, la familia, el trabajo... empiezan a tomar su lugar. ¡Ah! y el amor, la pareja o su ausencia, su importancia.

Tres... Y mi vida va a rachas, intentando arrancar en la dirección marcada.

Antes de que llegue el dos y el uno, después de aprender a peinarme, echarme cremas, ir al gimnasio, mientras vivo las quinientas noches de esos escasos 19 días, durante la charla en la que convenzo a mi cuerpo de que las cosas están bien como están y mi cerebro aprende a escuchar a la intuición que no atiende a razones, continuo mi cuenta atrás.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Incluso ligan las que tienen gafas y son antipáticas. Lo que necesitas es tener la suficiente autoestima, y conocer a un nuevas personas.

Bobby dijo...

Las cuentas atrás no tienen por qué ser malas.

Pilar Herrera dijo...

Nati!! te veo con un poquito de resignación, espero que lo haya entendido mal, y en verdad estes dándole valor a lo que haces, ¿!Quien es capaz de ir al gimnasio durante tanto tiempo!?

N dijo...

Balbalú, prueba a pagar un año e irás, jaja. Y he pasado cuentas atrás muy buenas, Bobby.
Gafuo, estoy de acuerdo. Todo hay que trabajarlo. ¿Pero de verdad que las antipáticas ligan? eso no lo sabía...