lunes, enero 22, 2007

Vocaciones



Hay un personaje en mi vida cíclico. Aparece y desaparece según las circunstancias. Obviamente, no es el único que realiza esta danza de "ahora nos vemos todos los días, ahora no", pero, lo que más me llama la atención es que es mi verdadera antítesis. Creo que ambos nos miramos con la curiosidad de averiguar como sería nuestra vida si nos hiciéramos caso. Me hizo un resumen pasmoso sobre mi vida: "Desde luego, Nataly, eres la polla. Te pones a estudiar Arte y te cambias a Pedagogía y pienso "hará oposiciones pa´ser maestra" y vas y te montas una empresa. Si es que te pasas la vida haciendo lo que te gusta ¿cuándo vas a hacer algo práctico? tanta vocación, tanta vocación..." Es un currito nato, trabaja desde los 17 años, ya tiene piso/hipoteca y suele tener el coche que le gusta cada dos años. Mis otros amigos, trabajando tras una carrera universitaria, están más o menos en esa situación. Como dice mi amigo "es que ellos eligieron carrera de pasta" es decir, ciencias económicas.
Mientras, otros de ciencias sociales, buscan su sitio laboral. Becas para algunos, trabajos muy duros para otros, temporales, inestables, inciertos... podemos conocer como funciona la sociedad, tener una cultura bastante amplia, entender como funciona nuestra mente y poder ayudar a los sectores más desfavorecidos... porque nos gusta.
Pero es cierto, nuestra vocación no casa con una vida resuelta. Se puede hablar de por qué abren carreras sin salidas, o por qué no se orienta mejor en el instituto (curioso, esa función es de pedagogos) o un mayor realismo a la hora de elegir, en mi caso. Universitarios que hacen cursos de FP para lograr salidas laborales, una mayor unidad de las carreras y prestigio de las FPO (curioso de nuevo, eso también lo estudié en la carrera) cienes y cienes de mesas redondas podríamos hacer al respecto. Pero mientras ¿aparto la vocación para hacer algo práctico?
(Imagen de Javi Alonso)

16 comentarios:

zeta dijo...

¿Precariedad, ...? Supongo que depende de cuáles son tus necesidades y objetivos. Personalmente todavía pienso que la vocación no es incompatible con una "vida resuelta".

Anónimo dijo...

Vocación y vida medio resuelta... el riesgo sin colchón por si te caes,no es lo mío. Mi trabajo me encanta... responde a mi vocación laboral, sin duda.. me hace crecer, me permite ayudar a los demás y me lo paso bien, muy bien.
Tengo un sueldo más o menos asegurado y unos compañeros estupendos... Envidio la suerte del que es capaz de tener todo eso y vivir en la cuerda floja... el sueldo no siempre "recompensa" el trabajo realizado, sino más bien, el sentirte realizando lo que te hace feliz. De todas formas, Natalia, unos ingresos son necesarios, en el mundo de la utopía y en el real. Equilibrar la balanza es lo ideal... sin embargo, el camino, la dinamis, no está pautada rigurosamente... si puedes elegir, al final, elige lo que te haga sentirte mejor y te proporcione la mayor de las felicidades posibles, dentro del ámbito laboral.
Mucho ánimo, sobre todas las cosas.

Bobby dijo...

Como diría Jacques Derrida... nuestras vidas y nuestra historia está enlazada con nuestro pasado, presente y futuro... y por eso, hay espectros que vuelven, que aunque pensábamos que no estaban ahí, seguían mirandonos... y un día regresan. Para lo bueno o para lo malo... ;)

Anónimo dijo...

Sin duda, Dani iba mereciendo un post con esa sabiduría que tanto nos ha iluminado durante años. Sin duda, se trata de un análisis franco, claro, resuelto, un lo tomas o lo dejas... por mi experiencia, que dejé una carrera de letras que me fascinaba aunque tampoco era el paraiso, por una de "pasta" como dice Dani, que me habría muchas oportunidades de vivir del modo en el que me hubiera gustado vivir con las letras, creo que lo mejor es intentar compaginar ambas cosas. Ahora mismo, me gusta mucho lo que hago, y tengo la suerte de haber empezado a trabajar en una de las dedicaciones más privilegiadas que puedo imaginar.
Compagínalo... que tener tiempo es parte de la felicidad, sobre todo cuando se tienen tantas inquietudes como tú.
Esteban.

N dijo...

Un físico, una filósofa, un historiador y un economista...¡¡y hay puntos en común!!Que nos gusta el fondo o la forma o los resultados. Pensaba que si algo no me gustaba, no sabría hacerlo. Cambié a si algo no me gusta, pero me convence su finalidad, aprendería a hacerlo. Ya estoy convencida de que puedo hacer mil cosas, me gusten o no.
No se que depende de mí y que no. Buscaré prioridades e intentaré ser feliz. Mil gracias.

Anónimo dijo...

lo cierto es que yo quiero un amigo como el tuyo, pero un poco más recto... y que piense así... a veces pienso que lo de la vocación lo hemos romantizado tanto que nos olvidamos que en la vida hay otras muchas cosas, como comer y tener proyectos más amplios que los laborales.

Creo que esa concepción es demasiado judeocristiana o nacionalcatólica (así es como empezaré a denominar a la secta que tanto nos ha marcado, la nacionalcatólica)... la vocación, desde el momento en que nos impide ser y vivir, es maligna, y hay que exorcizarla, como al demonio.

Besotes

Gorgopilo dijo...

Creo que ya iba siendo hora de participar en el blog. No lo he hecho antes poruqe me parece un poco absurdo al pasar tantas horas juntos, pero a lo mejor la ocasión lo merece.

Efectivamente yo soy la cara o quizás la cruz (jeje) de esa situación de natalia.

No sé si el punto central del tema es que uno debe conciliar sus ideales, sus inquietudes o sus aspiraciones con una vida laboral media. Como dices estamos en un sistema económico bastante claro en eso. Si no ganas dinero "te comes los mocos" (porque otra cosa no podrás contar, y a dia de hoy aún no los cobran). Pero creo que ese no es el tema.

A mi siempre me ha gustado una teoría social que habla de la necesidades, la de Maslow (recientemente destripada por un anuncio de coche). Cada uno nos encontramos en un momento vital donde nos movemos en función a determinas necesidades, y además mirámos desde esa posición y valoraos las cosas.

Yo puedo aceptar consejos, opiniones e incluso regañinas, pero antes entra en mi perspectiva. No hables desde la tuya pues yo, no estoy en la tuya.

Por eso pienso que uno lo que ha de logras es la paz interior para asimilar su situación y vivir lo más feliz que pueda. ¿Hay que tener sueños y aspiraciones? Por supuesto que si, pero ese camino empieza en mi realidad y si no nunca llegaré.

Perdonad tanta letra. Saludos

Bobby dijo...

Lo mejor del blog de Natalia es que se puede leer entre líneas y troncharse de risa

N dijo...

Compañero,no eres mi cruz, aunque tengas mucha cara (jeje).Me quedo con partir de mi realidad,a donde me bajas de cuando en cuando. Me has visto llorar, reir, de parranda (lo podemos dejar ahí) y de todos los humores posibles ¡¡y no nos hemos mandado de paseo!!
Little,seguiré buscando mi vocación y que conste que no soy romántica. Te presentaré a mí amigo, puede dar fe de ello.
Migue ¿tanto hay entre líneas?

Anónimo dijo...

Perdón por colarme en el blog, lo conocí por el de Miguelito y me encanta...
Soy una persona marcada en la vida por la vocación desde los 12 años... y me di cuenta hace relativamente poco que sólo se puede tener vocación e intentarlo teniendo el estómago lleno... no veo a un etíope o bangli planteándose qué hacer con su vida o que le gusta o que no. Sólo quiere comer... En nuestra sociedad más cercana hay personas así, sólo quieren "comer", traducido a tener estabilidad, casa, coche y ciertas comodidades... y me parece fenomenal, su vocación es la estabilidad y lo real y práctico.
Buena cuestión para un debate... Ahora, para otros debates: ¿tendría como pareja una persona dedicada a su vocación a otra sin vocación? ¿ y una persona universitaria con vocación a otra que no lo fuera? tu artículo plantea muchas cuestiones

N dijo...

¡Bienvenida Awen! En parte, es un privilegio plantearse todo esto y tener la libertar de optar por lo que te gusta o lo que te da un nivel de vida alto.
Pienso que para una pareja es necesario enteder lo que para el otro es más importante. Es más fácil cuando la situación es la misma, pero no se si imprescindible.

Anónimo dijo...

Seguir la vocación que uno desea a veces viene con condiciones duras que hay que salvar.
Salir de un pueblo, de una familia pobre ya está condicionando tu vocación.
La primera dificultad radica en una formación cercana. No hay universidades en los pueblos. Así que tu formación vocacional va a costarte a ti o a tus padres unos 400€ al mes. Además tendrás que aprender a convivir, a cocinar, lavar y fregar y un largo etc... Posiblemente si vives en una ciudad puedas realizar tu formación vocacional mas libremente de cargas: mama y papa mimandote como siempre.
Terminada tu formación está el mercado laboral. Tienes que pelear y luchar mucho para conseguir lo que quieres.
Si continuamente tienes que preocuparte por sobrevivir pues tu vocación te está costando la misma vida. Si así eres feliz pues será estupendo, es una elección personal.
Si por el contrario no eres feliz por los agobios de alquileres, hipotecas, no tener vida social, vivir reclutado y encadenado a tu trabajo (eso si, vocacional)... . pues comienzas a plantearte ¿me estaré equivocado? o te agarras a piedras ardiendo que proporcionan mas bienestar. ¿es lo que quieres? ¿una tele grande? ¿un coche lujoso? ¿es ese tu ideal de vida?

Mi experiencia y mi sueño. Tener un trabajo (siempre que pueda) que me haga estar medio bien y realizado. Que me de dinero suficiente para no preocuparme para sobrevivir dignamente. Si en mi trabajo puedo desarrollarme vocacionalmente y según mis ideales y convicciones personales y sociales...pues soy feliz.

Si esto no es así, sólo le pido a mi trabajo y a Dios que me dé tiempo y libertad para desarrollarme vocacionalmente fuera del mismo en la medida de mis posibilidades.

Anónimo dijo...

...siempre quedarán los seminarios y noviciados (se dice también noviciadas? es que ya sabes que amo el lenguaje inclusiv@)... eso sí, de aquí a unos 25 o 10 años creo que van a prohibir a heterosexuales entrar en los diocesanos, o así me lo aprendí yo.

N dijo...

Sigo viendo muchos puntos comunes entre los comentarios.
Pepillo, siempre hemso buscado realizarnos con lo que hacemos, aunque nos haya costado Dios y ayuda. Seguiremos ¿no?
¡Amigo mío!Nos queda tanto por ver...

Anónimo dijo...

Hola,
Natalia me ha encantado todo lo que he podido leer, sigues en tu linea no lo dejes, que arte hija.
ufff, que temita más camplicado, pero supongo que aqui cada uno ,opina,desde su forma de ver la vida . Yo,ya sabes,me encuentro dentro del grupo de trabajo precario,inestable e incierto ,pero me reconforta mucho,hacer lo que me gusta.
A lo mejor,no lo se, "la eli"que yo debería ser: casada,con hijos,hipoteca ,ordenada,... quizás sea la que mis padres,tios,sociedad quiere que yo sea, pero detras de esa "yo ideal" hay una "yo real, una Eli, que no es la que deberia ser sino la que realmente soy. Esto genera muchos conflictos (¿que hago con mi vida y con mi dinero?),pero si puedo estar orgullosa de una cosa: mi libertad de elección de las pautas y normas que rigen mi vida y mis decisiones.

N dijo...

Nos conocimos intentándo seguir nuestra vocación común, estamos aquí unos cuantos. Hay una parte pragmática que tú tienes que quizás a mí me falte... hacíamos un buen contrapunto.Siempre has tenido la libertad como rasgo característico, te conviertas en la Eli que te conviertas, fijo que lo mantienes.