Siempre he odiado ese momento. Te encotrabas disfrutando de playa, familia, verano... y ves el puñetero anuncio recordándote que todo se acaba. Si, el cole me gustaba... pero nada comparado con la playa.
Y ya se me queda esa sensación a vivir. Cada arranque de curso, "vuleta al cole". Lo que me alegra es que cada vez vuelvo a más cosas buenas, así que supongo que mal no me irá. Cada reencuentro me gusta más porque merece más la pena que se pasa con la separación, cada "volver a empezar" se tiene más dominado porque empezamos a ser perros viejos. Hay mil cosas que pierden importancia ¿pa´qué? si "la vida sólo dura un rato", como cantan por ahí. Y sobre todo me asombra la gente que me rodea. Yo vuelvo de Almuñecar, muy digno. Pero por ahí están volviendo de Bruselas, de duelos mezclados con esperanzas, de relaciones que acortan distancias, de compartir vidas y hacer propias tierras extrañas, de estrenar veranos con hijos y de hacer de tu tierra el sitio donde paras mientras eliges próximo país de estancia.
Siempre diré que mis amigos son los mejores. Y los amigos de mis amigos y/o parejas, también.