Me gustan las mezclas, lo que uno lo cotidiano con las excepciones, la gente de diferentes procedencias, lo mundano y lo divino, la nostalgia y la alegría, los mensajes de móviles deseando paz y los que te desean buen sexo... todo es viable. Y todo es posible.
Al comenzar un año abrimos puertas y cerramos heridas, porque en el año que llega vamos a vivir la vida, como cantan. Somos mejores, sabemos más, hemos vivido este 2007 perdiendo cosas y ganando otras. Gracias por los ánimos, los del día a día, los de los momentos claves, los que no preguntan y los que cuestionan. Tengo mucha suerte por muchos motivos y el que estéis leyendo esto, es uno de ellos.
Feliz Navidad y bienvenido sea el 2008.
Hay situaciones que se convierten en estandartes vitales. Para algunas personas el estar en pareja se convierte en "ser feliz", para otros comprar un coche, tener un piso, tenerlo todo a la vez... y para algunos, el trabajo. Creo que estoy dentro de ese grupo. Sin querer, me he proyectado en una labor diaria. Lo he sentido más mio que cualquier otra pertenencia. He aprendido cosas que no sabía que existían, he hecho actividades para las que no me creía capacitada, he reído y he llorado a partes iguales y he puesto en práctica mi vocación. Demasiadas cosas para las mismas cuatro paredes, demasiadas horas al día (10h de media), demasiados sentimientos, demasiadas experiencias personales para un lugar de trabajo.