viernes, diciembre 14, 2007

Mejor fuera que dentro

Hay situaciones que se convierten en estandartes vitales. Para algunas personas el estar en pareja se convierte en "ser feliz", para otros comprar un coche, tener un piso, tenerlo todo a la vez... y para algunos, el trabajo. Creo que estoy dentro de ese grupo. Sin querer, me he proyectado en una labor diaria. Lo he sentido más mio que cualquier otra pertenencia. He aprendido cosas que no sabía que existían, he hecho actividades para las que no me creía capacitada, he reído y he llorado a partes iguales y he puesto en práctica mi vocación. Demasiadas cosas para las mismas cuatro paredes, demasiadas horas al día (10h de media), demasiados sentimientos, demasiadas experiencias personales para un lugar de trabajo.

Emprender un proyecto es duro, pero ilusionante. Trabajarlo sigue siendo duro, pero marca una pauta y te centra. Terminarlo por exigencias de guión es muy duro, pero... ni peros ni manzanas. Es muy duro.

Y mi buen humor no me quiere ver por las mañanas y ya se ladrar en varios idiomas. El día avanza y voy saliendo de mi piel de ogra. Me creía más paciente y optimista, pero he cruzado toda línea lógica en mis pensamientos. Tanto que he logrado de un nudo en el estómago, toda una rutina diaria.

Y siguiendo el consejo, "mejor fuera que dentro", así que, ahí queda eso.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Leí tu post ayer pero dejé pasar un tiempecillo para decirte algo y meditar las palabras.
En realidad no tengo palabras.
Sólo puedo acompañarte estando cerca.
Si no es suficiente, me inventaría palabras que pudieran aliviarte, pero no tengo esa capacidad, así que espero que te sirva "estar cerca".
Un abrazo muy cariñoso, tierno, cálido. ¡¡Ánimo!!

Bobby dijo...

Hola! Iba a escribir algo, pero uno duda porque en estas situaciones... uno siente que es fácil dar ánimos, apoyar, alabar la persecución de los sueños anhelados... pero caigo que al final no estoy en tu piel para dar la cara ante la realidad. Solo se me ocurre darte ánimo y, en la medida de lo posible, todo mi apoyo. Y mi admiración.

Natalia dijo...

Creo que el ánimo personal está más apoyado de lo que pensamos en el que te presta la gente que te quiere. A pesar de mi vena de autocompasión que acompaña este tipo de historias, levanto la cabeza de mi ombligo y veo buena gente prestándome ese apoyo. Eso es una suerte que me sorprende, reconforta y, finalmente, anima.
Mil gracias.

Jesús dijo...

Querida N., suena a tópico, lo es y no lo es. POrque en mi corta experiencia compruebo que nada de lo hecho se acumula en ningún lado. 2007 ha sido un año feo. Tampoco es verdad o es seguro que todo ocurra para bien. Sólo resta mandarte un abrazo y mis mejores deseos para el nuevo comienzo, la felicidad está en el arte de empezar de nuevo tantas veces como sea necesario. Te dejo un mensaje navideño y mi abrazo.
http://historiasdeotros.blogspot.com/2007/12/feliz-navidad-0708.html

Jesús.

Anónimo dijo...

Unos padres maleducados y desagradecidos; unos niños potencialmente delicuentes (perdón con la generalización);un socio...Creo que todos estamos mirando y tu sufriendo esta situáción desde el prisma equivocado. Nata el 2008 (me encanta este número) te descubrirá mil posibilidades laborales que las cuatro paredes de vuestra ludo no te dejaban ver.
Un Beso.
Petete

N dijo...

Jesús, eres una suerte. Y muy chula tu felicitación.
Petete, espero que me repitas eso dentro de unos meses porque sea una realidad. Gracias.