Al final lo interiorizas de tal manera, que te sale una voz en off, a veces con tono de tu madre o de tu mejor amigo, que te "prerregaña", puesto que sabes que vas a hacer algo que no deberías hacer por tu bien.
Y desde el paso más difícil, el que haces mientras te duele el alma y el estómago, a aquel que no trasciende más allá de cuatro paredes y, en ocasiones, de un par de personas, solemos tener claro que es por nuestro bien. Pero que jodido es a veces.
De todas formas, lo que si nos sienta bien, es estarlo. Disfrutar de lo que surja, cuidarnos por dentro y por fuera, saber lo que queremos, reírnos con los amigos y de nosotros mismos. Eso si que es por tu bien.
6 comentarios:
Aunque no te guste, hay cosas que te tienes que tragar. Ánimo.
Sigue escribiendo en este blog. "Por tu bien". Y hay que tomar decisiones. Quien no las toma... Animo y un besazo
quien mejor sabe que te conviene, eres tú, después de años y de muchos trompazos... y ya tenemos años para saber qué es por nuestro bien... o nuestro mal, según lo que queramos...
Así es la vida, Natalilla... y no lo digo desde una posición privilegiada, sino que yo también soy víctima de cambios... ¿es ser víctima afrontar un cambio? Muhhh... creo que no!!! En enero se abrirán nuevas ventanillas, aunque sean muy chicas. Por algún lugar tendrá que entrar la luz, digo yo!!
Pues si, estoy de acuerdo con Awen, ya tenemos años y yo, en particular, trompazos encima como para empezar a saber por donde ir. Pero cuesta... tocalla, esperaremos a ese enero.
Migue, seguiremos...
Natalia...no habrás hecho algo de lo que nos arrenpintamos los dos, verdad?
Beso.
Petete.
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