Y ahora, tras descubrir que no hace falta ser guapa para ligar, que el atractivo es algo diferente a la belleza y que una buena charla consigue más y mejor que un buen maquillaje, he decidido estar buena para cuando cumpla 30. Es muy divertido:
- El gimnasio: aún intentando evitar los animales de gimnasio, alguno me he topado. Son aquellos que musculan frente al espejo, se observan, se miden... pero a primera hora de la mañana hay otro plan y parece que coincidimos todos los que sospechamos que tenemos músculos, pero no lo podemos confirmar. Me río mucho intentando coordinar y viéndonos en plan hamster, moviéndonos sin llegar a ninguna parte. Pero por lo que pedaleo, estoy conociendo toda la costa.
- La piel: Ha sido mi primera vez. Llegué, me tumbé, me quité la camiseta, me bajé los tirantes del sujetador y me tapó con una toalla doble. Me echó el pelo para atrás, se acercó y me... hizo una limpieza de cutis. Volveré a pagar para que me masajée desde los hombros a la frente, pasando por el cuello.
- El pelo: asignatura pendiente, en algún momento aprenderé a peinarme.
Nunca me había dedicado tanto tiempo a mi misma. Me veo leyendo para qué es una crema, comiendo sano e invirtiendo en mi cuerpo. No me siento vieja, pero si hay suerte, llegaré a serlo. Cuidarse por dentro y por fuera es lo único que se me ocurre para disfrutar (y disfrutarme) lo máximo posible. ¿Culto al cuerpo?
7 comentarios:
maeee miaaa
a ti que te ha pasado???
me ausento y te haces otra...
y yo con algún kilito de más, mándame la úlcera!!
¿¿¿¡¡¡Cómo me has reconocido!!!??? yo que había puesto una de mis fotos discretas.
Nada, cuando reaparezcas, charlamos un poquito, te pongo al día y se te abre una úlcera. Sin problemas.
Citando un dicho muy manido, en el equilibrio está la virtud.
En una época de estrés bastante importante, en la que yo me encontraba a disgusto con todo, con mi entorno, conmigo misma, con mis amigos... mi madre me dijo algo importante: encuentra momentos para quererte. Y este consejo se lo dio un médico a ella hace años.
Siempre recuerdo en fines de semana que mi madre se encerraba en su dormitorio, bajo previo aviso de que quien molestara sería asesinado, y se dedicaba a ella tiempo: leía sin que la molestaramos, se ponía mascarillas, cremas, se depilaba, se pegaba un baño de burbujas...
Yo no sigo mucho su consejos pero hay veces que lo necesito, porque en la vida actual las mujeres tenemos que ser las mejores profesionales, las mejores amigas, las mejores organizadas en casa, las mejores novias, las mejores amantes... puf, y además sentirnos, cada una a su manera, guapas... así que cada una encuentre la mejor forma de pasar ese tiempo queriéndose, en actividades triviales y descargando la cabeza... y que cada una nos respetemos esa forma de desfogar que tenemos.
Se ve que es época de coincidencias: hace dos días fui a la peluquería sin que me hiciera falta, voy a la piscina siempre que puedo, ayer me depilé las piernas, he empezado a untar crema sobre mi cuerpo (además de hidratar, ya quiero prevenir..), me miro al espejo más que nunca... Será la edad, o será el exceso de preocupaciones que provocan la búsqueda de una vía de escape en la estética corporal.
Me apunto a la siguiente sesión de masaje facial contigo, Natalia, no lo dudo.
Las mejores en todo, y... que se te ocurra no serlo!!! Ya te miran con mirada de ... ¡¡mujer tenía que ser!! El límite está donde el sentido común llegue pero... ¿y si nos lo ponemos muy alto a nosotras mismas? ¿Qué pasará con nuestra salud mental? Podemos cuidarnos por fuera, pero es que una úlcera ya es síntoma de algo más profundo.
Un abrazo, guapísima!!
Bueno, y ahora que eres experta, dime: ¿qué crema me recomiendas para la piel? (ojo: soy hombre, no perro)
Estoy deseando ver lo que le recomiendas a Bobby, lo mismo me puedo aplicar el cuento.
Bobby, tienes la piel muy bien. No lo digo por experta, es que me han dado referencias fuentes cercanas. De todas formas, échate una hidrataté después de la ducha. Az, tú lo mismo y la próxima vez que nos veamos, tomo yo las referencias.
Awen y tocalla, tenéis toda la razón. A mi me gustan las imperfecciones, que las mejores sean otras (y otros) que eso cansa mucho y no consigue nada.
Lo demás, a cargo de nuestra salud mental.
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