
¡Ay, que edad más tonta! Sin la personalidad de los 30 y con el sabor de la despedida de los 20. ¡Con lo mayor que era la gente de esta edad cuando yo era pequeña! A esta edad la gente debía tener hijos, casas, estabilidad, canas, perros y otros animales con los que hablar de su vida.
La verdad, es que si nos juntamos unos cuantos (yo pongo las canas), podemos completar ese perfil. Y si nos juntamos otros tantos, seremos personas libres - soñadoras que nos echamos la mochila del portátil o de los apuntes o los currícula y nos peleamos un rato cada día para imaginarnos mejor de lo que estamos. Son planes sin fechas de caducidad, apostando lo que tenemos, una personalidad a prueba de desengaños.
Criándonos con Candy - Candy, no buscamos al príncipe de la colina ni habiendo sacado los "puños fuera" queremos pelea. Superado con cariño los modelos de la infancia, me impulso en que ahora estoy mejor que a los 19, soy menos parda y me gusto más. Así que parafraseo a un par de amigos, uno que me abre camino y que comienza su plan 3.0 en breve al cual me apunto y otro que me felicitó prontito diciendo "ya queda un año menos para que la profecía se cumpla: a los 30 estaré buena" Pues nada, me voy a poner manos a la obra, que todavía me queda tarea.
4 comentarios:
Felicidades!!!! Sois unos quejicas!!! ¿os veis viejos? Jo, y yo ya veterana en la treintena ¿que hago? A disfrutar que hay que hacer cada uno de los días y pensar menos en los números que sólo sirven para los bloques estadísticos... muchos besos, Natalia
Felicidades N.! Yo ya estoy trabajando en la versión 3.0!
Muchas gracias, compañeros. Hay que celebrarlo ¿ya sabéis cuando?
Pues dinos!!!
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