miércoles, octubre 29, 2008

¿Igualdad o igual da?

Y es que tanto monta, monta tanto. Llevamos seis meses de un ministerio con ese nombre y hay mucha gente que no sabe ni el porqué de su existencia, de hecho, para muchos, ya existe la igualdad. Todos (y todas, pero no es necesario, según más gente todavía, especificarlo) somos iguales, podemos llegar a los mismos puestos, querer estar en los mismos lugares. Ahora, eso de ser iguales... en derechos por supuesto, pero luego está "lo natural", que para algunos lo dicta la Santa Madre Iglesia, para otros, sus santos cojones y para la mayoría una voz interior que al unísono nos comunica a todos donde está el bien y el mal. Esa conciencia universal que hace que las madres sean más madres que los padres, padres. Amén.

Pues si esto ya sería objeto de discusión para un grupo de amigos que se quieran y entiendan entre ellos, si lo reviste de poder ministerial y lo llevas a un foro universitario, lo vivimos el pasado lunes con la visita de la Ministra de Igualdad a la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada. Tanto dato es porque cada palabra, en si misma, encierra gran significado.

Aquí, donde el paro es una lacra y en especial para las mujeres con cargas familiares, pero eso será pura coincidencia y nada que ver con la discriminación, la ministra dio cifras de pobreza, de maltrato, de desempleo. Habló de las medidas para alcanzar una justicia social con planes concretos de reconciliación de vida familiar y laboral, de apostar por la igualdad como elemento de desarrollo económico. Y se encontró con una hostilidad ¿por qué? porque ¿dónde está la igualdad si no hablamos de hombres maltratados? y ¿por qué todas las medidas son para las mujeres? Y yo me preguntaba ¿por qué en un foro universitario no se reflexiona antes de hacer una pregunta? Quizás porque una mujer revestida de poder, como lo es una ministra, habrá que ponerla a prueba. Los hombres están en todos lados por derecho, las mujeres, que demuestren que ese es su lugar, como la de defensa, eso no es natural. O también porque haya cierto sentimiento de ser atacados y atacadas si al señalar quien es responsable de una discriminación, todos y todas estemos señalados. ¿A que aquí si viene bien decir todos y todas? si hubiese puesto todos, sólo hubiera culpado a los hombres. Las palabras visibilizan.

Cuando entraba, un chico se iba porque "esta tía es una feminista" y otra chica la defendía diciendo "no es feminista, yo estoy de acuerdo con lo que dice, y no lo soy". Estoy convencida de que se referían a "hembrista", que es lo contrario de "machista". Feminista es estar a favor de las mujeres, no en contra de nadie. Pero por mucho ministerio que haya, en muchos lugares por aquí es por donde hay que empezar para conseguir la igualdad. ¿O igual da?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre este tema ya hemos tenido oportunidad de hablar en alguna ocasión entre amigos y amigas (que en este caso es bueno dejar claro que había gente de ambos sexos). Este correo fue fruto de ello. Que sirva para apoyar tus palabras.
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Hola amigos y amigas,

Esta tarde haciendo un descanso en el trabajo, me he puesto a curiosear en internet acerca del tema de la discriminación de las mujeres que estuvimos tratando ayer.

No me ha costado mucho esfuerzo encontrar material buscando en Google por: "datos discriminacion mujeres" y "datos discriminacion mujeres españa".

Los datos son incontestables. Entiendo perfectamente y respeto el que cada cual considere como opción política que la sociedad por su propia inercia llegará a una situación de "igualdad", sin embargo lo que francamente no entiendo es que para apoyarse en eso se tenga que poner en duda una realidad por mucho que ninguno de nosotros la viva personalmente, por no ser mujer, por no experimentarla directamente o por no darse cuenta que existe.

Unas breves pinceladas, ya que cada cual tiene a Google para informarse.

De la situación mundial, mejor no comentar, pues por mucho que existan leyes o tratados que la prohiben,la situación es vergonzosa. Un ejemplo.

En España, aquí tenéis el estudio que anualmente publica el INE sobre el tema.

*La discriminación salarial de las mujeres en España dobla a la de la Unión Europea. Una trabajadora española gana un 28 por ciento menos que un hombre por realizar un trabajo similar

*Las denuncias por discriminación de la mujer en el ámbito laboral en España se acercan a las cuatro diarias.

*Sobre el cálculo estadístico de los datos de discriminación salarial, que incluso hay quien los pone en duda con tal de defender sus posturas, aquí tenéis un apunte: "Para el análisis de las diferencias salariales existentes en España, el Instituto Nacional de Estadística cuenta con un estudio denominado "Encuesta de Estructura salarial 2002", la cual se realiza de forma armonizada en toda la UE, en cumplimiento del Reglamento del Consejo de la Unión Europea (UE) nº 1916/ 2000. Esta encuesta tiene una periodicidad cuatrienal en su elaboración y es una herramienta más específica para la evaluación de las diferencias salariales en nuestro país."

*Un artículo académico sobre el tema.

Supongo que para entender que esto sea así, por mucho que cambien leyes y regímenes, vale con echar la vista atrás al año 1967, por poner un ejemplo, y ver el modelo ideal de mujer.

Cambian las leyes, pero los prejuicios es muy difícil cambiarlos. Al menos sería bueno que no negáramos una realidad que nos rodea, al margen de nuestra privilegiada situación en el contexto social global en el que estamos.

Anónimo dijo...

He defendido muchas veces aquí que soy enemiga de las tonterias del lenguaje para eliminar el neutro y duplicar las palabras para "todos y todas", lo que nunca ha querido decir que considere que exista igualdad.
Las mujeres debemos estar siempre demostrando porqué estamos en ese puesto. Cuando salen fotos de ministros nadie opina sobre si su traje es Armani y es bonito, pero a las mujeres se las mira con lupa hasta en el rabillo del ojo por si lo tiene algo largo y pueda ser una furcia. Si sales con un hombre que gana menos que tú, habitualmente se jode la relación, porque el hombre es incapaz de estar a caballo de la mujer y ésta tiene siempre que justificar su éxito.
La clave es: justificar el éxito, justificar tu puesto, justificar tu contratación, justificar, justificar, justificar. Ya lo hacemos casi sin darnos cuenta. Como en la Universidad. Recuerdo que tuve dos matrículas con el mismo profesor años diferentes. Bien, los comentarios de mis compañeros (en plural, incluyendo mujeres y hombres) era que a ese profesor le gustaban las rubias. Nadie podía aceptar que simplemente no había faltado a ninguna clase, le había entregado trabajo extras, había repetido exámenes para subir nota y participaba en clase, porque era una asignatura que me gustaba. Hubo otra matrícula ese curso. A un chico. Y nadie dijo que a ese profesor le gustaran los tios!
Lo peor es que es necesidad de justificarte siempre la noto fuera del trabajo. Los compañeros, el gremio y la gente involucrada te ven currar y no precisan de justificación, lo peor está siempre fuera...

JUSTIFICAR, JUSTIFICAR... Pregunta, recordemos todas cuando fue la última vez que nos justificamos? no fue ayer mismo?

N dijo...

Y lo mejor son las frases que recoges al vuelo, tales como: "¿a quién se habrá tirado esa para estar ahí?", "las peores machistas son las mujeres mismas", "una relación entre dos mujeres es mucho peor que entre dos hombres"... ¡¡tachán!!! todas son textuales y de gente que no se considera, para nada, en contra de la igualdad. Y todas son de este fin de semana.